CARTA DE MANUEL Z. CAMACHO DESDE LA CARCEL 1913
Esta Carta fue escrita desde la Cárcel de Puno donde fue injustamente encarcerlado Manuel Z. Camacho y 07 Indígenas protestantes ¿Cuál fue su delito? ¿Dar educación?
CARTA ESCRITA POR MANUEL Z. CAMACHO
Cárcel de Puno, 7 de Marzo de 1913
Señor Dr. Isaac Deza
Ciudad:
Estimado Doctor:
Ojalá que Ud. Goce de paz y de salud en el seno de su estimable familia. Estoy en esta cárcel separado de mis tiernos niños que perdieron su madre y no sé cómo les va.
Le ruego se sirva actuar como abogado para nosotros los que hemos sido echados en la cárcel por el Obispo Valentín Ampuero, quien acompañado por el Gobernador y dos jueces de paz de Chucuito, sé fue allí con ese objeto.
Las circunstancias son como siguen:
El tres de este mes, el Obispo don Valentín Ampuero, acompañado del Gobernador don José Sotomayor y dos jueces de paz de Chucuito, con más de doscientos hombres de entre los habitantes de dicho pueblo y los indígenas de varias haciendas penetraron a mi casa, donde hallaron tan solo a mis hijitos, ya que yo había salido. Creyendo que yo me había ocultado, rompieron las puertas, pero como no me hallaron, se llevaron preso a mi menor hijo Patricio. Después de entrar a la casa de otros protestantes indígenas, se dirigieron a la casa del Sr. Stahl, donde encontraron al criado Jacinto Tarqui, a quien quitaron las llaves y después de abrir las puertas, rompieron los muebles. Luego llamaron a otros indígenas para que salieran de sus casas a fin de preguntarles donde estaba el yanqui y en seguida les dijeron que todos los que no fuesen de la creencia evangélica debían pasar a un lado y que los creyentes debían de ser aprehendidos, lo cual se hizo con nosotros, los estamos encarcelados. Tan pronto como se presentó el Obispo, me llamó hereje y ordenó también que fuera prendido, y después a los ocho juntos se condujo acosados en esa mala condición hasta la cárcel de Chucuito, de donde fuimos traídos a esta ciudad por una fuerza de gendarmes mandada a propósito.
Adjunto le remito lista de habitantes que acompañaron al obispo.
Le saludo respetuosamente.
Manuel Z. Camacho